El respeto hacia los homosexuales ha avanzado notablemente, sobre todo en esta generación. En la época nazi (no hace tantos años) era considerado un defecto genético y por ello se aplicó un artículo de una ley del código penal alemán de 1871 en el que se recogía lo siguiente: “Un acto sexual antinatural cometido entre personas de sexo masculino o de humanos con animales es punible con prisión. También se puede disponer la pérdida de sus derechos civiles."

Aún así en muchos países sigue siendo ilegal y el castigo puede llegar incluso a la pena de muerte, como en Arabia Saudita.
La RAE define la homosexualidad como “Inclinación hacia la relación erótica con individuos del mismo sexo.”
Y la heterosexualidad como “Inclinación sexual hacia el otro sexo.”

Un asunto que cabe destacar es que la mayoría de los entrevistados hacen una distinción entre homosexuales y lo que califican como “locas”, argumentando que ellos tampoco reivindican su heterosexualidad, por lo que esa postura dentro de los homosexuales no les parece la correcta.
También cabe resaltar que la mayoría tienen uno o varios amigos homosexuales por lo que no solo los respetan “mirándolos desde lejos”, sino que saben que son exactamente iguales que ellos.
Las respuestas han sido muy variadas, desde la total indiferencia ante un hecho “totalmente natural” hasta el rechazo, siendo la primera opción la más apoyada con diferencia.
En relación al tema de la adopción por parte de las parejas homosexuales, solamente un entrevistado a mostrado su rechazo, el resto ha defendido el derecho a adoptar argumentando, entre otros, que“ El mito "padres homosexuales, hijos homosexuales" no es nada más que eso, un mito inventado por la sociedad más tradicional y arraigada a la Iglesia. La educación sexual o la condición sexual de los hijos adoptados, no tiene que verse influenciada por la condición sexual de los padres, eso es de libre elección del mismo niño. Para dar educación, amor y futuro a esos niños, no hace falta que los padres sean estrictamente la tradicional pareja hombre/mujer. “
Las respuestas de los adultos, un hombre de 46 años y una mujer de 76 han sido totalmente diferentes. El hombre de 46 señaló que “ser homosexual no es normal, ni natural, (…) no pueden adoptar, ni casarse porque no es normal.”
La mujer de 76 expresó: “la homosexualidad no me resulta rara en estos tiempos, aunque uno no lo acepte, en estos tiempos uno se tiene que acostumbrar.” Lo calificó de ser “algo antinatural, pero respetable.”
Hay una respuesta en la que todos excepto un entrevistado coincidieron: el término “maricón” conlleva la falta de respeto, y no lo emplearían. Incluso el joven homosexual expresó que para él es una falta de respeto. Este joven al ser interrogado sobre qué pensaría si ve a dos hombres/mujeres/hombre y mujer besándose respondió “Admiración de que se demuestren amor.” Una gran respuesta.
Por tanto, la evolución es evidente: poco a poco las personas ven la homosexualidad como lo que es, una tendencia sexual diferente, pero tan natural y respetable como la heterosexual.
La lucha aún no ha terminado, pero la mayoría de jóvenes respetan y eso ya es un gran paso hacia la libertad de amar sin importar el sexo.
Amanda Cabezas
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